Juan Carlos Barret, miembro fundador de la banda Pinc Floid y joven militante de la juventud peronista, se comía los mocos.
Adicto a las mentitas, el Joven Sydmundo, como era bien conocido en el ámbito financiero, frecuentaba lenocinios de mala muerte y fumaderos de apio. Hijo de verduleros y nieto de zapateros, conjugó su linaje en un pisoteo de papas.
En sus pasatiempos, hacia vino patero. ¿Vino patero? No, le dolía la capocha. Entonces llamalo al cabeza de estambre.
Tempranamente se mostró como un hombre de negocios. A los quince años, estableció una agencia de quiniela clandestina y jugos de zanahoria.
Años más tarde se compró un caballo de carreras y un jorgito de dulce de leche.
Se casó con su vocación. Despues del divorcio, se casó con su sonrisa para más tarde hacerlo con su porteñita.
Miraba, escuchaba y hablaba. Completito. De jamon y queso. Sin mayonesa, porque era vulgar.
Peinaba canas para adentro porque le cabían las viejas.
Después, ya viejito, murió.
Gloria y loor al prohombre de la nación musical de Pinkfloidia. Te recordaremos, este... mh... Syd, no?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario